En este proyecto vimos la prevención del consumo de drogas no solo implica acciones específicas, sino también iniciativas más amplias para educar a los estudiantes. En este sentido, es esencial promover:
- Tolerancia ante el fracaso.
- Refuerzo positivo de los logros.
- Evitar comparaciones entre alumnos.
- Fomentar un clima positivo en el aula y la escuela.
- Establecer metas realistas.
- Valorar capacidades académicas y personales.
- Afrontar problemas con optimismo.
- Trabajar la resolución positiva de conflictos.
La escuela desempeña un papel crucial en la formación de los jóvenes, no solo en asignaturas, sino también en la transmisión de valores. Los docentes tienen la responsabilidad de enseñar pautas de comportamiento adecuadas para asegurar que los estudiantes tomen decisiones acertadas sobre el consumo de drogas en el futuro. Esto contribuye a formar individuos con capacidad crítica, capaces de decidir por sí mismos, alejados de presiones externas.
En el diseño de acciones educativas para prevenir el consumo de drogas, es fundamental escuchar a niños y adolescentes. Cada etapa educativa requiere enfoques didácticos específicos:
- Educación infantil: Trabajar la autoestima, conocimiento personal y social, así como el desarrollo de habilidades sociales.
- Educación primaria: Enfocarse en la competencia comunicativa, la capacidad para decir no y habilidades de interacción social.
- Educación secundaria: Durante la adolescencia, se abordan aspectos como la búsqueda de información, manejo de presiones sociales, gestión de problemas, tolerancia a la frustración y resolución positiva de conflictos.
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Con un lenguaje adaptado a los anteriores puntos, se busca proporcionar la información necesaria para que los estudiantes tomen decisiones informadas, independientes de presiones externas y opiniones ajenas.
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